De la segunda edición:
Esta línea de vampiros tuvo su origen en Mesopotamia; en tiempos, fue mucho más extensa y poderosa, pero fue diezmada por una alianza de varios otros clanes, que consideraban que los rituales de los Baali eran inmundos, incluso para los criterios vampíricos. Desde entonces, la línea de sangre ha existido en el anonimato durante milenios; la mayoría del resto de vampiros cree que son una leyenda, y los Baali se suelen hacer pasar por Caitiff entre los demas Vastagos. Se han extendido lentamente por Europa y América, y algunos han ingresado en el Sabbat.
Los Baali rinden culto al diablo. Están más comprometidos con el mal absoluto que los Malkavian más psicoticos o los Sabbat más brutales. Creen firmemente en la ascensión final de la oscuridad total y en que los vampiros son los servidores escogidos de los poderes que aguardan la tierra. No desean mantener una Mascarada frente a sus presas elegidas; ni siquiera buscan la supremacía vampírica, como el Sabbat, sino que ansían invocar a sus grandes señores para que regresen al mundo y lo conviertan en un infierno infestado de demonios.
De la tercera edición:
Su origen es de hace miles de años atrás, cuando Saulot abrazó a su primer chiquillo, que era filósofo como el, y su nombre era Shaitan. Saulot lo abrazó porque quería hablar con alguien, al igual que hizo Enoch con él. Pero los puntos de vista de Saulot y Shaitan eran muy distintos y dispares. Este último junto con sus discípulos disputaron el control de la cuidad de Kala-At-Sherghat a sus legítimos gobernantes, ya que decían que los humanos eran inferiores y podían hacer con ellos lo que quisieran. Como era su rebaño podía enaltecerlo o aplastarlo a su gusto.
Saulot sollozó y se apenó de ver toda la maldad que había engendrado en su chiquillo, se marcho de su casa para errar por la Tierra de Nod como su Sire y sus antepasados. Allí fue el primer vampiro en alcanzar la redención. Shaitan obtuvo de Nn’theraq’pss (verdadero nombre del demonio de Baal) lo que más deseaba: poder. Y bajo su guía el imperio oscuro de Shaitan floreció; y con su tutela desarrolló la disciplina de Daimoinon y la Traumaturgia Oscura.
Pero en lo más alto de su poder se desató el gran desastre, la Guerra Civil sacudió la Segunda Ciudad, y los de la 3ª y 4ª generación se rebelaron contra la 2ª. Silla e Irad fueron destruidos, Brujah fue diablerizado por Troile, su chiquillo, y esta ciudad fue arrasada. Toda la progenie fue rechazada por Shaitan, enfurecidos por el rechazo de su propia especie toda la progenie se unió, los Baali fácilmente derrotados y a su vez eran presa fácil de los Brujas, Assamitas y Gangrel. Todos destruidos menos Shaitan que escapó de esa batalla ya que fue avisado por Baal. Este huyó a América Central donde llegó a gobernar a las tribus indígenas bajo el nombre de Huitzilopoctli.
Después de esto el fue dado por muerto y olvidado. Los ghouls que consiguieron que huyera, les abrazo y con ellos aparecieron los de 5ª generación, y les dio como misión que hicieran pagar a todos por lo que hicieron. Bien estos se fueron asentando de nuevo en la ciudad destruida y la fueron reconstruyendo, estos habían aprendido las artes de los Baali, fueron encontrando lo que Shaitan habia escondido por no poder llevárselo. Aquí empezó la corrupción.
Fue entonces cuando Saulot volvió de la Tierra de Nod. Había encontrado la redención en un lugar llamado Golconda, dijo. La salvación podía ser alcanzada por todos los vampiros, si la buscaban con sinceridad. El perdón de Dios podía ser suyo. El era un profeta y un curandero, por obra de un tercer ojo que había aparecido en su frente, con el que había aparejada la capacidad de curar, ya no solo el cuerpo y la mente, sino también el alma, incluso la de un vampiro.
Saulot reunió un grupo de seguidores que creían en sus enseñanzas. Desde entonces se les conoció como los Salubri. Los Baali molestos por ello, vieron en esto una gran amenaza. Por cada acto que cometía Salout, estos cometían tres en su nombre, por lo que fueron expulsados de la ciudad y se proclamo una Caza de Sangre contra Saulot. Después de esto los Baali se dispersaron por el mundo, pero fue así como se descubrieron como lo que eran. Entonces se escondieron y fueron olvidados hasta 1640.
Desde entonces los Baali han continuado. Ocupan posiciones de poder tanto en el Sabbat como en la camarilla. Están preparándose para la llegada de su Maestro.
Apariencia:
Los Baali tienen un aspecto estudiadamente corriente, pero los que tienen una Presencia elevada parecen emanar un aura de maldad. Pueden ser de cualquier raza o sexo.
Refugio:
Los Baali suelen mantener refugios alejados de Vástagos y ganado, como casas o granjas abandonadas, para practicar mejor sus ritos.
Trasfondo:
Los Baali solo deciden Abrazar a humanos que sean inteligentes, tenaces y completamente inhumanos. La mayor parte de su progenie suele estar interesada en el ocultismo incluso durante su vida y todos los Baali lo practican una vez Abrazados.
Creación del Personaje:
La mayoría de Baali tienen entre 25 y 45 años cuando son Abrazados, aunque algunos son escogidos a una edad mucho más temprana. La mayoría proviene de un trasfondo de Diletante o Profesor. Todos los Baali, tienen un valor en Ocultismo de por lo menos 1; los Atributos Mentales y los Talentos son primarios.
Organización:
Los Baali suelen formar pequeños grupos, parecidos a hermandades ("rebaños") de entre tres y seis vampiros. El hechicero más poderoso del rebaño es el líder, que gobierna con mano de hierro.
Debilidades:
Los simbolos religiosos afectan a los Baali, como les pasa a los vampiros tradicionales de la peliculas, y sufren el doble de daño a causa de la Fe.
Disciplinas:
Ofuscación, Presencia y Daimonion.
Cita:
"Tu resistencia es inútil. Lo que tenga que ser será. Acepta tu lugar en los fuegos eternos".
3ª Edición
Ni siquiera los monstruos de Caín hablan de ellos a la ligera.
En tiempos anteriores, o eso se cree, uno de la Primera Progenie se alzo contra los Trece. Ese demoníaco traidor... el primogénito de la alianza errante de un Antediluviano, vil esclavo cantor de un pueblo protomesopotámico, forjo un impío pacto con aquellos que moraban en la sombra de la periferia de este mundo. Al hacerlo, el niño-demonio recibió algo del lugar Mas Allá, convirtiéndose en algo más, y menos, que humano. Reuniendo apóstoles entre las filas de sus hermanos, el primer shaitan de Baal-llamado-Destructor alzo a sus ejércitos y asedio la Segunda Ciudad; la Sangre chocó con la Sangre cuando los chiquillos de Caín se enfrentaron entre las ruinas y las llanuras barridas por las llamas.
Con el tiempo, se susurra, el mismo progenitor volvió su atención a la refriega, en un momento cataclísmico en que llovió fuego y sangre de los cielos. La batalla terminó tan abruptamente como había comenzado; los 12 al'shaitani fueron condenados a muerte, y sus hordas demoníacas puestas en fuga. Pero no había rastro del niño-cosa y los horrores que habían seguido sus ordenes se perdieron entre los susurrantes vientos de la leyenda.
Pero esta leyenda esta volviendo rápidamente a la realidad. La captura y destrucción de una cábala de infernalistas norteamericanos (y la recuperación de sus blasfemos grimorios) ha llevado a la atención de los Vástagos una sombría realidad: la Inquisición no acabo por completo con los hijos de Baal.
Se cree que los hijos del shaitan han surgido de las arenas de Oriente Próximo, donde hombres y monstruos se han mezclado con la tradición y las fábulas locales durante milenios. Sus sires se arrodillaban en los mismos santuarios y veneraban a las mismas deidades oscuras que los filósofos-guerreros hijos de Brujah y Haqim; de hecho, la tradición Cainita sitúa a los tres linajes en las raíces de la cultura pre-sumeria. Estas mismas historias hablan de ciudadelas negras, estrellas caídas, ciudades en cráteres de cometas, monstruos insecto, viles reyes hechiceros y todo tipo de depravaciones similares que se remontan a la aborrecida ciudad de Chorazin supuestamente arrasada en el Antiguo Testamento.
Los Baali son ante todo, exploradores: estudiantes de lo desconocido, lo incognoscible, lo inexpresable. Sus ojos y oídos buscan secretos olvidados. Suya es la canción secreta que ha resonado a través de la eternidad desde que su progenitor sin nombre tocase la cuerda discordante que abrió el muro entre los mundos. Y suyos son los firmes y pacientes dedos que han hurgado en la herida desde entonces. Las noches modernas encuentran a pocos Baali supervivientes en una especie de tierra de nadie entre las incontables facciones del Mundo de Tinieblas. Están muriendo: odiados, temidos y cazados por la Camarilla, el Sabbat y muchos otros frentes, son presa de cientos de detractores y disensiones. Están cayendo en una espiral hacia la nada, acosados por una inexplicable degeneración del espíritu que reclama a mas de los suyos cada noche que pasa, condenados a una lenta decadencia de magos a monstruos y después a simples recuerdos. Pero siguen afanándose por la erosión y eventual destrucción de este mundo, para abrir el camino a Aquellos que Esperan Mas Allá.
Apodo:
Diablos.
Secta:
Los Baali no se unen a ninguna secta, y ninguna secta los querría. Aunque los Diablos dicen haber corrompido a muchos vampiros para su causa, no parece que sea cierto... a menos que sus conversos sean muy hábiles ocultándose.
Apariencia:
Cuando no usan sus ropas rituales, la mayoría parecen bastante normales, incluso tranquilos, con ropa sencilla y maneras discretas (unos pocos satánicos, atrapados por los componentes mas bajos de sus repertorios y reputaciones, favorecen la imagen perforada, pintada y promiscua difundida por los medios de comunicación, pero los antiguos desprecian a estos payasos advenedizos). Muchos tienen un carácter cauto, cerebral y estudioso, aunque se sabe de unos pocos que se han vuelto locuaces, incluso elocuentes, ante un publico atento... sobre todo si hay perspectivas de conversión. Los años consagrados a asuntos ultraterrenos y búsquedas amorales cultivan una especie de carácter frío y distante en estos Cainitas. No son pocos los que desarrollan una insana fascinación por los insectos, roedores y otras sabandijas... un inconsciente homenaje al "Señor de las Moscas".
Refugio:
Los Hijos de Baal parecen atraídos hacia los lugares de carácter antiguo: bibliotecas, templos, círculos de piedras y centros de poder abandonados. Estos lugares, con el paso de las décadas y los siglos, parecen asumir algo del "toque" de los Diablos. Aparecen sellos antiguos e indescifrables sobre llanuras de hierba y elevaciones rocosas, en los alrededores nacen niños y animales muertos o deformes, y similares profecías y malos augurios siguen el paso de los cultistas como malignas huellas. Recientemente, algunas partidas de guerra de la Camarilla consagradas a la tarea de encontrar y destruir estas cofradías han vuelto con perturbadoras historias de Baali multiplicándose y cohabitando en "familias" aisladas. Dicen que los Diablos se reúnen con Ghouls y conversos de otros clanes en orgías de carne, recuperando las antiguas herejías de compartir sangre y otras practicas menos gratas...
Trasfondo:
Los Baali Abrazan a sus reclutas entre los artistas, místicos y eruditos, y también entre castas mas utilitarias (prostitutas, mercenarios, alta sociedad... etc.). Algunos novatos, sobre todo en los dominios del Mediterráneo y Oriente Medio, son preparados desde su nacimiento para unirse al clan. Ya sean reclutados en la infancia o hijos de ghouls, estos inhumanos discípulos son criados para el poder, y ascienden invariablemente a los puestos mas altos del linaje.
Creación de personajes:
Los Baali prefieren los Atributos Mentales o Sociales y aprecian el conocimiento de los misterios académicos, ocultistas y existenciales por encima de todas las demás cosas. Algunos, no obstante, siguen la senda de los "campeones de los Viejos Dioses", especializados en asuntos marciales. Por lo general adquieren un impresionante surtido de Conocimientos y Técnicas a lo largo de los años dedicados al estudio y... la experimentación. Su Naturaleza tiende a ser sumisa con sus desconocidos patrones(Arquitecto, Conformista, Juez y Mártir), aunque unos pocos Baali son genuinos Pervertidos y Monstruos. Pueden tener cualquier Conducta, pero normalmente tienden hacia el proselitismo. Los Trasfondos mas populares son Rebaño, Mentor, Recursos y Criados. Muchos de los Baali mas viejos se adhieren a variantes de las Sendas de la Catarsis y la Muerte y el Alma. La mayor parte de los jóvenes observa nominalmente la Humanidad, aunque sus puntuaciones tienden a ser bajas; los que sobreviven durante algún tiempo suelen adoptar una Senda que les permita relacionarse con su entorno. Un creciente numero de jóvenes Baali sigue las Sendas de las Revelaciones Perversas o del Poder y la Voz Interior. Quienes conocen a los Diablos dicen que la línea de sangre tiene su propio e inescrutable código ético, la Senda de la Colmena, pero muy pocos Cainitas de otros clanes saben algo de esto.
Disciplinas:
Ofuscación, Presencia y Daimoinon (sí, daimoinon, parece ser que le han cambiado el nombre).
Debilidad:
Quizá a causa de sus ultraterrenas naturalezas y ocupaciones, los Baali temen y son repelidos por la religión y sus símbolos, mas incluso que los demás Vástagos. La Fe Verdadera es el doble de eficaz contra estas criaturas (dobla los efectos de todos los fallos que perjudiquen a los Baali y de todos los éxitos que ayuden a sus oponentes); muchos Baali ni siquiera pueden soportar la visión ni tocar los artículos mas mundanos de parafernalia religiosa, pertenezcan o no a su fe. ¿Pero temen los Baali anteriores al cristianismo la cruz y la ostia? ¿Determinan la edad y el origen cultural la naturaleza de estas aversiones? Solo los mas antiguos adoradores de Baal lo saben con seguridad.
Organización:
Solo en dos ocasiones a lo largo de la historia Cainita se han alzado los servidores de Aquellos que Esperan Mas Allá, y en ambas han sido aplastados; desde entonces se les ha perseguido hasta su casi total extinción. Los supervivientes han formado subsectas divididas y enfrentadas. De hecho, hay tantas apariciones y apelaciones adscritas al patrón del panteón Baali (si puede decirse que haya algo así), como adoradores de dichas apariencias y apelaciones. Movidos por la tradición y las necesidades de supervivencia, muchos Baali se aferran a cofradías dispersas de entre 3 y 13 miembros (raramente mas), guiadas por un puñado de shaitan (reservados y misteriosos ocultistas) y al'shaitan (designados maestros del saber y señores de las cofradías). Para los ajenos a las cofradías, los Baali no parecen adoradores del diablo. Solo quienes pertenecen al culto, o han robado sus secretos, conocen la verdadera profundidad de la filosofía Baali.
Cita:
El mundo, vuestro mundo, cuelga del mas fino de los hilos entre la burla de todo lo que ha sucedido y el misterio de cuanto ha de ocurrir. ¿Es mejor enrollar ese hilo o cortarlo del todo?